tresmilpesos

Valparaíso es un caldillo de congrio.

AMOR NUESTRO

Amor Mío, que estás entre mi Sexo,

Divinizados sean tus Besos,

Vengan a mi tus Cristianos Gemidos,

Hazme el amor,

en mi cama como en la Tuya.

Dame el orgasmo mariano de cada día.

Perdona mi humanidad,

así como perdono toda tu perfección,

No me dejes caer en otros cuerpos,

líbrame de tus ausencias. Amén.

La pasión

Al tercer orgasmo me negarás, así habló Jesús, cansado del pan y el vino. Quiero piel, dijo. No más oraciones a media mañana ni entregas en el altar, ni piernas que un día cargaron cuerpos como cruces envueltas en sábanas de dormitorio. María lo reprimió: Estás hecho un Cristo de barro, ni oraciones dejas ni oraciones llevas. La cruz pesa fuerte desde los hombros y las manos están llenas de sal y plegarias: Cargo el peso de un amor terrenal, dijo Jesús, alejándose de María. Ella se persignó, hizo tres cruces al aire y guardó silencio.

Poema de los Gabrieles

A la salida de cada accidente
Hay largas filas de gabrieles
Gabrieles
Acumulándose en andenes
Agrupados como percebes
Gabrieles
Esperando a ser freidos en grandes sartenes.
Mientras se condimentan con sales y merkenes
Gabrieles
Consultan por sus peros y tambienes
Y olvidan sus bienes y quehaceres
Gabrieles
Consultan por amores y enseres
Y olvidan a temores y sartenes
Gabrieles
Escapan de los accidentes
Para que vean los menos sonríentes
Porque
Gabrieles pueden ser benevolentes
Gabrieles pueden ser circenses
Gabrieles pueden ser parientes
Pero
Gabrieles no pueden ser serpientes
Gabrieles no pueden ser cocientes
Porque
Gabrieles siempre son concientes
De que los andan buscando los sartenes
A la salida de cada accidente