14/6/13

La pasión

Al tercer orgasmo me negarás, así habló Jesús, cansado del pan y el vino. Quiero piel, dijo. No más oraciones a media mañana ni entregas en el altar, ni piernas que un día cargaron cuerpos como cruces envueltas en sábanas de dormitorio. María lo reprimió: Estás hecho un Cristo de barro, ni oraciones dejas ni oraciones llevas. La cruz pesa fuerte desde los hombros y las manos están llenas de sal y plegarias: Cargo el peso de un amor terrenal, dijo Jesús, alejándose de María. Ella se persignó, hizo tres cruces al aire y guardó silencio.

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